Mérida: Ortiz, Charly, José Ángel (Ordoñez, 66'), Ito, Francis, Carlos Abela, Borja (Carrasco, 75'), Emilio Tienza, Mendo (Angelito, 54'), Luisma y Juanan.
Árbitro: Fernández Fernández, de la delegación de Castuera. Regular tirando a mala actuación en un partido fácil de pitar. Amonestó con cartulina amarilla al local Piti y a los visitantes Mendo y Juanan.
Gol: 1-0 Juanjo (44').
Comentario: El Moralo sigue fuerte, muy fuerte en casa y continúa a la espera de asaltar la cuarta plaza. Por el momento, a falta de las dos últimas jornadas de la primera vuelta, el equipo de Navalmoral está a tres puntos de la promoción de ascenso liderando el grupo perseguidor de esas posiciones con premio. Y lo es gracias a su extraordinaria regularidad en el Municipal. Con agua, con barro, irregular, duro, con o menos hierba... lo mismo da, el conjunto de Carlos Sánchez ha sacado la mayoría de los puntos en su terreno. Por él ya han pasado los actuales cuatro primeros clasificados y sólo uno de ellos pudo arrancar el empate, el resto salió derrotado con claridad. Esa ha sido una de las claves, por ahora, para aspirar a algo más que el inicial y verdadero objetivo que persiguen los verdes. Como locales salen con el cuchillo entre los dientes y aprovechan al máximo sus oportunidades para salir airosos de los encuentros.
El fortín del Municipal lo puso a prueba el Mérida en su intento de ser él quien se acercara a los puestos de play-off, pero no pudo ante la gran rentabilidad de los moralos. En un partido feo, porque el campo impidió que fuera de otra forma, el cuadro local sacó provecho de la ocasión más clara, por no decir la única, que tuvo en el primer tiempo. Miguelín empaló con dureza dentro del área, el cancerbero Ortiz rechazó como pudo y Juanjo, más atento que nadie, no perdonó y marcó a placer bajo palos. Gol de los llamados psicológicos por ser de las últimas acciones antes del descanso, lo que también dio cierta tranquilidad al Moralo.
Con dos remates que se perdieron fuera por poco para los visitantes, los moralos pudieron clavar la puntilla y redondear su juego de contraataque. Pintado se plantó solo ante el guardameta pero éste estuvo alerta y salió del área para rechazar momentáneamente el peligro, que finalmente acabó en nada porque el jugador local tiró forzado muy desviado. Después los romanos probaron a César Carrasco con un disparo que le obligó a despejar con apuros a córner. Pero ahí finalizaron su bagaje ofensivo ya que la muralla verde no les concedió ningún lance más que comprometiera su portería.
El Moralo trabajó mucho por los 3 puntos y los consiguió con sufrimiento teniendo enfrente a un más que digno rival que seguro no cederá en su empeño por auparse entre los mejores a lo largo de toda la temporada. Más mérito para los de Carlos Sánchez, empeñados en alcanzar y superar, si se da el caso, los 30 puntos a la conclusión de la primera parte del campeonato. Sería un lujo para afrontar con relativa tranquilidad la segunda.
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