Moralo: Fanjul, Dani, Asiel, Fran Mancha, Arellano, Piti, Pintado, Miguelín (Ricardo, 76'), Alex (Toribio, 70'), Juanjo (Villa, 61') y Tortu.
Árbitro: García Gonzálvez, de la delegación de Mérida. Regular tirando a mal por algunas decisiones erróneas de bulto. Mostró cartulina amarilla a los locales Ciga, Pekas, David Macho y Caparrete; y al visitante Arellano.
Goles: 0-1 Tortu (25'). 0-2 Tortu (36'). 1-2 Chicote, de penalti (40'). 1-3 Alex (69'). 2-3 Javi Vila (90'+3).
Incidencias: Menos de un centenar de espectadores en las gradas de la Ciudad Deportiva de Olivenza, sobre césped artificial, en mañana nublada pero agradable.
Con esta victoria el Moralo vuelve a engancharse en la lucha por la cuarta plaza y mantiene sus opciones de asaltarla en las próximas jornadas si continúa con esa buena impresión que le ha producido este encuentro en terreno oliventino.
En la primera mitad los verdes pudieron quedar el partido liquidado porque a sus dos tantos iniciales hay que sumarles el dominio que ejercieron sobre sus rivales para crear claras ocasiones de gol. Y eso que los locales fueron quienes avisaron primero con un lanzamiento que repelió el larguero de Fanjul. Fue puro espejismo ya que pronto el Moralo se hizo dueño de la situación. Alex y Tortu gozaron de oportunidades para subir el primer gol al marcador pero en el último instante fallaron con todo a su favor.
Fruto del control de los de Navalmoral, Tortu marcó en escasos diez minutos dos golazos que bien pudieron decidir el choque. El 0-1 lo marcó con un zurdazo desde el borde del área tras una dejada de Alex y posterior control con el pecho y acomodo con la pierna derecha. Sin tiempo para que el Olivenza reaccionase, de nuevo Tortu hizo el 0-2 con otro chutazo, esta vez dentro del área algo escorado y con poco ángulo, que se alojó en la escuadra de Ciga.
Lástima que al rato el colegiado diera más emoción al encuentro señalando un penalti inexistente a Arellano, que no obstruyó ni agarró ni tampoco empujó a Monchu para que cayese al suelo. Desde el punto fatídico el incombustible veterano Chicote marcó el 1-2 antes del descanso y reabrió la pugna por los puntos.
En la segunda parte el Olivenza se estiró algo más y tuvo más posesión sobre el balón pero arriesgó demasiado al defender muy adelantado. Eso lo aprovechó muy bien un Moralo muy cómodo sobre el rectángulo de juego. Miguelín y Villa tuvieron sus ocasiones para ensanchar las distancias, pero fue Alex, con una rápida escapada que le plantó delante del portero contrario, quien subió el 1-3 al marcador con un tiro por bajo sobrepasado el ecuador de este periodo.
Para nada sirvió el postrero tanto local, tras una melé en el área pequeña, que sólo hizo maquillar un resultado merecido para los de Carlos Sánchez.
El Moralo recupera el gusto y la ilusión por conseguir un puesto en la promoción. Si también rescata las ansias por no dar un balón por perdido en ningún partido, seguro que no se descolgará ni dirá prematuramente su última palabra. Por el momento ha dado un grito para que se le oiga y se sepa dónde está, y con esas hay que contar con él.
En la primera mitad los verdes pudieron quedar el partido liquidado porque a sus dos tantos iniciales hay que sumarles el dominio que ejercieron sobre sus rivales para crear claras ocasiones de gol. Y eso que los locales fueron quienes avisaron primero con un lanzamiento que repelió el larguero de Fanjul. Fue puro espejismo ya que pronto el Moralo se hizo dueño de la situación. Alex y Tortu gozaron de oportunidades para subir el primer gol al marcador pero en el último instante fallaron con todo a su favor.
Fruto del control de los de Navalmoral, Tortu marcó en escasos diez minutos dos golazos que bien pudieron decidir el choque. El 0-1 lo marcó con un zurdazo desde el borde del área tras una dejada de Alex y posterior control con el pecho y acomodo con la pierna derecha. Sin tiempo para que el Olivenza reaccionase, de nuevo Tortu hizo el 0-2 con otro chutazo, esta vez dentro del área algo escorado y con poco ángulo, que se alojó en la escuadra de Ciga.
Lástima que al rato el colegiado diera más emoción al encuentro señalando un penalti inexistente a Arellano, que no obstruyó ni agarró ni tampoco empujó a Monchu para que cayese al suelo. Desde el punto fatídico el incombustible veterano Chicote marcó el 1-2 antes del descanso y reabrió la pugna por los puntos.
En la segunda parte el Olivenza se estiró algo más y tuvo más posesión sobre el balón pero arriesgó demasiado al defender muy adelantado. Eso lo aprovechó muy bien un Moralo muy cómodo sobre el rectángulo de juego. Miguelín y Villa tuvieron sus ocasiones para ensanchar las distancias, pero fue Alex, con una rápida escapada que le plantó delante del portero contrario, quien subió el 1-3 al marcador con un tiro por bajo sobrepasado el ecuador de este periodo.
Para nada sirvió el postrero tanto local, tras una melé en el área pequeña, que sólo hizo maquillar un resultado merecido para los de Carlos Sánchez.
El Moralo recupera el gusto y la ilusión por conseguir un puesto en la promoción. Si también rescata las ansias por no dar un balón por perdido en ningún partido, seguro que no se descolgará ni dirá prematuramente su última palabra. Por el momento ha dado un grito para que se le oiga y se sepa dónde está, y con esas hay que contar con él.
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